jueves, 13 de marzo de 2008

Metro

Antes de mudarme tardaba una hora y veinte minutos en llegar al trabajo, trayecto que hacía en su mayor parte de pie, (apretujada y aguantando codazos) además tenía que hacer 3 transbordos y llegaba al trabajo ya cansada. Ahora desde mi nueva casita tardo 35 minutos, voy sentada y es línea directa. Lo único que echo de menos es que en la parada en la que me monto no me dan periódicos gratuitos, qué le vamos a hacer…
Tengo 28 años y no tengo carnet de conducir. Sí, estoy convencida que es necesario tenerlo pero yo aún no lo he necesitado y también lo admito: soy una enamorada del Metro de Madrid, aunque cueste creerlo. Jamás me ha dado pereza y eso que hasta hace nada vivía lejos de todo lo que me interesaba y el Metro era mi nexo hacia la vida donde yo podía ser yo, hacia la vida que yo quería tener. Me maravilla la gente con la que te cruzas, en el Metro he vivido mucho, he visto mucho más, he andado por muchos pasillos, me he perdido en muchas ocasiones, me han grabado muchas cámaras, he oído a muchos músicos y han desfilado ante mí muchos vasitos de plástico después de una actuación. He perdido muchos trenes y vivido muchos retrasos (¿que habría sido de mi vida si hubiese cogido aquel tren?) He leído muchos libros, compulsivamente o con tedio, repasado muchos apuntes, me pinto los labios y los ojos a diario sentada en el andén, he visto mi reflejo en la ventanilla del vagón de miles de trenes y en muchas estaciones. He conocido el Metro cuando se podía fumar y he esperado en muchos andenes apurando un cigarro. En épocas de fervor pre-estival he ignorado escaleras mecánicas y he subido a pie múltiples escalinatas que me llevaban del submundo al mundo real. He hablado con muchísimos desconocidos, he ligado incluso. He tenido fugaces historias de amor que han durado dos miradas y una estación. He escuchado muchas historias que no iban a mí dirigidas, muchas vidas que quedarán siempre en puntos suspensivos porque jamás sabré que pasó, he escuchado muchos idiomas, distintos, desconocidos…. He visto gente reír, llorar, discutir, besarse. He visto mendigos, modelos, enfermos, bebés, extranjeros, novios, pervertidos, monjas, trabajadores, estudiantes… Gente anónima que viene, que va, que marcha con prisas… me he empapado de belleza y de fealdad, de lo más excelso y lo más inhumano, de vida al fin y al cabo … y dios mío, de tantas soledades, tantos mundos en tan poco espacio… Todos tan juntos y tan lejos unos de otros, al mismo tiempo. Tierra de nadie, un no-lugar, un espacio de paso donde todos somos extranjeros y nadie va a quedarse.

El Metro ha sido escenario de mis reencuentros, de lágrimas, de mis alegrías, de tantos adioses. Ha sido el hilo conductor de mis pasiones, mido mi vida por sus tiempo (son 7 estaciones, llego en 20 minutos) me he sentido viva notando su pulso. El Metro tiene su propia música, su propio ritmo, late y es una realidad paralela, un submundo, un breve pasmo antes de que todo esto finalice…

6 comentarios:

Ceteris Paribus dijo...

Eso debiera llamarse "Oda al Metro". Me encantó!!

caracol dijo...

Hasta se me antojó viajar en metro! yo que tengo licencia de conducir desde los 16 años y a veces oooodioooo conducir, leerte hablar asi del metro y lo que pasa dentro me han hecho quererlo en mi ciudad... YA!

un besote!

Ana la Rana dijo...

:) Yo también viajo a diario en metro(valencia) que sin duda no tiene punto de comparación con metro(madrid), más que nada por la poca frecuencia de paso, porque buena parte de mi trayecto transcurre por el exterior y porque no hay tantas líneas... aún así y con todos sus inconvenientes, me encanta el metro... se viven grandes momentos en él ;)

Un beso!

potsis dijo...

Me han dado ganas de volver a montarme, todavía tengo un metrobus sin gastar por ahí, pero con todo eso a mí el metro no me gustaba.

Un saludo

Todo a Cien dijo...

Las cosas, el metro, conducir tu coche, pasear, gustan o no dependiendo de quién y cómo lo mire. A mi también me gustaba el metro porque me enriquece observar a los demás.Te imagino...pintandote los labios con tu aspecto setentero...me encanta. Un besazo.

Alejandrina Cara de Gallina dijo...

A mi tambien me encanta el metro... atravese barcelona muchas veces, todo un año, al principio era un misterio despues una aventura... pero no puedo evitar recordar el dia en que me acariciaron sin mi permiso... un desconocido...