Qué duro, qué duro...
Primer día de trabajo después de unas vacaciones increibles...casi un mes sin niguna preocupación salvo la de cubrir necesidades básicas... y Lobito a mi lado diciendo "Ohhhh" a cada instante en todas las calles de Londres...
Qué pereza, qué desazón existencial, qué cuesta arriba... pensar que sólo me quedan 11 meses para mis proximas vacaciones...
Lo tengo decidido: Próxima estación: Berlín.
No, mejor Noruega y Finlandia.
No, mejor aún, Islandia.(bueno, lo pensaré. No sé yo como puede ser un verano sin noches...)
Pues eso, que aquí estoy otra vez.
lunes, 27 de agosto de 2007
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