Y si de pronto, sin contar con nada, empiezas a llorar sin motivo, a lo rebelde (sin causa). Sin saber. Y lloras, lloras sin saber por qué, sin ganas, sin motivo, sin fuerzas, sin angustia, lloras porque te salen las lágrimas solas. Delante del espejo, recién duchada, una tristeza tan grande que dura un nanosegundo.
Una tristeza boba e infinita.
Y rapidamente, piensas : “Es la regla. El (Pequeño) desorden hormonal de todos los meses”
Esas lágrimas parece que cuentan menos.
Pero son de los mismos ojos.
martes, 3 de junio de 2008
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1 comentario:
Un besín en esos ojos. :)
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