lunes, 9 de junio de 2008

De trabajos y vocaciones

Hoy uno de esos días en que todo fluye despacio, tan despacio, tan despacio como mi ritmo de trabajo. No he hecho nada de provecho en mi curro: he visto a Amy Winehouse en el Rock en Río de Lisboa, he charlado con mis compañeras, he visto blogs, he escrito en algunos y poco más, he llegado cansada y sigo cansada. Hoy he venido porque había que venir pero vamos hubiera hecho lo mismo para mi trabajo en casa. Hoy mi nivel de rentabilidad para mis jefes es de -5, exactamente el mismo número de grados en el que se encuentran mis pies desde que he pisado un charco esta mañana.
Y sin embargo, quería escribir sobre trabajos.
El viernes pasado fui al Oftalmólogo. Nada, una tontería. Primero me vio el Óptico quien me informó que no es que vea mal por mi ojo sino porque tengo 1 dioptría y media más desde la última vez que me gradué y claro, las gafas y las lentillas que uso están casi de adorno. De aquí a llevar las gafas del Sr. Barragán o de Bartolo, un paso. Me viene fatal quedarme ciega para mi trabajo, la verdad. A ver como entiendo yo ahora la Lengua de Signos…
Yo quería escribir precisamente sobre el Óptico que me atendió. Era un hombre de mediana edad, no especialmente guapo, no especialmente llamativo, sin embargo había algo en él totalmente espectacular, algo que embelesa a cualquiera que le mire, ya sea hombre, mujer o niño y eran sus ojos: los ojos más bonitos que he visto jamás, de un color azul imposible, una expresión abrumadora... Era tanta la belleza de esos ojos… una mirada perfecta, anatómica y estéticamente.
No me parece casualidad que ese hombre sea Óptico. Estoy segura que fue tener esos ojos los que le hicieron inclinarse a estudiar Óptica y no Fisioterapia. Desde pequeño tuvo que escuchar esos comentarios acerca de sus ojos, tantas niñas suspirarían por una mirada suya, en el pueblo sería Paco “el Ojazos”, y su novia todas las mañanas le diría “Ojito de mi vida”… No sé, no me parece casualidad, tanta insistencia sobre tus ojos a lo largo de tu vida tiene que llevarte a querer estudiar más sobre pupilas y retinas o a comprobar diariamente que nadie, nadie, absolutamente nadie tiene un ojo tan perfecto como el tuyo. Espejito, espejito, tiene alguien los ojos más perfectos, azules y bonitos que yo? efectivamente ninguno de mis 25 pacientes de hoy.
(Todas estas reflexiones mientras me dilataba la retina, mientras clavaba su pupila azul en mi pupila no tan azul, que diría Becquer.)
Como tampoco me parece casualidad que la mujer más bella que conozco haya terminado trabajando de guía intérprete de personas sordociegas. Modelo de profesión, protagonista de campañas publicitarias de ropa MUY conocida y anuncios de televisión, mujer bellísima, atractiva y ultrafemenina, fue mi compañera de clase. Era excepcionalmente buena y con una gran vocación por ayudar a los colectivos en riesgo de exclusión social, sobre todo discapacitados. Mientras terminaba los estudios vivía gracias a sus trabajos de modelo. Un “dinero fácil”, efectivamente, sólo tenía que sonreir ante una cámara, bien pagados, no era como estar en la caja de un Mc Donalds, y sin embargo, los odiaba. Le parecían frívolos, absurdos. Ella prefería dedicarse a un campo donde se le valorase por dentro, no rodeada de gente que le alabase todo el tiempo por algo que ella había conseguido sin esfuerzo. Sin embargo, en los trabajos “no frívolos” todo el mundo se detenía en su apabullante exterior y le cerraban puertas. Era demasiado guapa. Si conseguía un logro profesional, siempre lo atribuían a su cara bonita. Lo pasó mal.
Ahora es feliz. Ha encontrado un trabajo que la llena. Está realmente solicitada. Vive de eso y ha abandonado el modelaje con toda la alegría del mundo. No sé. No me parece casualidad que el colectivo con el que trabaja sea de personas sordociegas. Ahora siente que demuestra lo bella que también es por dentro.

Y yo, después de leer todas estas películas que me monto, no me parece tampoco casualidad que sea psicóloga

4 comentarios:

ynosek(+)kontarte dijo...

impresionante...

(por cierto, tu -5 + mi -7 tendrán algo que ver con la subida del euribor???? vaya día de nai de nai)

Twat Boy dijo...

Curiosa teoría físico-laboral... ... ... lo estoy pensando... ....

Di dijo...

Hola, aquí estoy, me gustó el comentario que dejaste en mi blog, el de "soy una caña de bambú" la verdad no lo conocía, esta tarde voy a ver si encuentro algo de esa máxima oriental.
Me encanta tu forma de escribir, y respecto a este post... mi hermana tiene los ojos verdes y de pequeña era sólo ojos. De siempre le han dicho lo bonito que los tiene, en cambio los mios son de lo más corriente, marrones. A medida que se hizo mayor le pusieron gafas, y mi madre me consolaba diciendo: "tonta tú no los tienes verdes, pero no tienes que llevar gafas".
De pequeña cuando visitaba al dentista, que era a menudo, siempre me planteaba que para ser dentista hay que tener dientes bonitos igual que tú con el oculista! Ays yo no podría ser ni lo uno ni lo otro según esta teoría!
He leído por aquí abajo que pronto es tu cumple, espero un post para poder felicitarte!!
Saludos y amenazo con volver!

Ceteris Paribus dijo...

Yo estudié marketing... mmm.
Me dejas pensando, pequeña gran desorden!!!