martes, 29 de enero de 2008

De momentos y robos

Acabo de leer en el blog de Verde Melón sus ganas de escribir sobre los besos robados, y me he quedado pensativa…No quiero pisarle el tema, tengo muy poco tiempo para ponerme a escribir y además tengo un virus de la familia de la gripe y la varicela albergado en las venas... pero me he quedado pensando en los besos que me han robado y eso me ha llevado a otras cosas...

Soy de las que piensan que hay momentos trascendentales totalmente inesperados a lo largo de la vida, hay momentos que cambian tu rumbo, que te hacen mirar en otra dirección, certezas repentinas que hacen que renazcas sin tú esperarlo. Esos “darse cuenta” llegan sin avisar, rotundos y sin lugar a dudas u objeciones. Creo que en esos instantes tu mundo se desordena, se rompe por completo y se vuelve a ordenar con una nueva organización que te impide volver a entender nada igual. Son secretos de la vida desvelados, un salto cualitativo sin red, como el que das cuando pasas de niña a adolescente. Quizá ese “instante especial" es la culminación de todo un proceso del que tú no eras consciente, no lo sé. Lo único que sé es que hay momentos en que tu vida cristaliza ante tus ojos y por un instante desaparecen las brumas y todo es claro. Desparecen los puntos suspensivos y sólo queda un punto y aparte.

Soy muy pasional, me muevo por intuiciones y sensaciones, que es una forma tan poco válida como cualquier otra para moverse por el mundo. No es algo que yo haya elegido. Hago las cosas según me hagan sentir aunque mi parte racional me avise de lo contrario.
Antes de entrar a la entrevista para mi actual trabajo, supe que ese era mi sitio y quizás esa certeza repentina es la que me aportó el aplomo y la seguridad necesaria para superar la entrevista con total éxito, o quizás es que ese era realmente mi lugar y lo supe unos minutos antes que la persona que me entrevistó. Supe que el amor de mi vida había dejado definitivamente de serlo tras un encuentro repentino e inesperado en Gran Vía: o era el amor de la vida de una Pequeña Desorden que ya no existía o es que definitiva e irremediablemente ya no teníamos nada que ver y muy poco que contar. En ese momento supe que ya era libre y me despedí para siempre, ya no quedaba nada, nada que esperar y nada que añorar, ni siquiera los restos del naufragio que a veces trae el mar a la playa.

Supe que acababa de encontrar a mi compañero cuando le escuché que le gustaría viajar a las playas del norte para ver olas de 10 metros en Invierno abrazado a mí: supe instantáneamente que quería compartir mi vida con él para siempre aunque apenas le conocía y ese ánimo no sólo no ha decaído en dos años y pico sino que se ha hecho aún más y más fuerte, más y más profundo . Supe que no me curaría de mi nostalgia hasta que no regresara a Londres de la mano de alguien a quien amase y mirasemos juntos mi puente inacabado desde la Tate. Sabía que ese ser que no aún no conocía sentiría lo mismo que yo al mirarlo. Y así fue.

Y todo esto viene porque fue un beso robado en las escaleras de un cabaret el que dio el punto y final a una etapa de mi vida y ha hecho que esté aquí ahora, tal y como os gusta leer a los que me leéis: FELIZ

10 comentarios:

Belén dijo...

Esas si que son las cosas importantes... si señor!

Un besico

Verde Melón dijo...

Y que siga así por mucho tiempo srta!!!, jejeje

Anda, que podías haber escrito sobre los besos robados y yo hacía un copia-pega!!!

Ahora me has hecho pensar tu sobre los pequeños momentos que cambiaron mi vida!!!.

jajaja (lo mismo me pongo a escribir luego)

Besos (regalados)

Alejandrina Cara de Gallina dijo...

Que bonita tu historia... lo mejor es que tu decidiste por que razones esta persona es la que quieres para toda la vida

Un abrazo!!!!!

Ceteris Paribus dijo...

Fui saboreando cada palabra que escribiste y si... todos tenemos esos momentos en que la vida se simplifica y parece ordenarse. Me ha sucedido y quiero que siga sucediendo. De eso se trata vivir.

Kyra dijo...

Que belleza! que emocionante... como te das cuenta de que esa persona es la persona de tu vida!

Pequeña Desorden dijo...

Yo no decidí que esa persona era mi compañero por esa razón, simplemente lo ví. No fue una decisión tomada sino una certeza, un "darme cuenta" de que acababa de encontrar lo que estaba buscando.
Besos a todas!jo, que bonito es leer vuestros comentarios, muchas gracias!!!!

Ana la Rana dijo...

Una muy bella historia, la verdad ;)

A veces la inspiración para escribir un post surge por un tema que no es el mismo del que acabas escribiendo... como el compañero de tu vida aparece en el momento más inesperado...

caracol dijo...

yo siempre he pensado que sabré quien es El cuando encuentre a alguien que me haga reir cuando solamente quiero llorar y que aparte, se embarre todo cuando come helados...

que bonito por ti... ha de ser genial...

Todo a Cien dijo...

si no fuera por estos momentos inesperados no tendríamos una vida tan interesante. un besazo.

Anónimo dijo...

Pues es una suerte contar con esas sensaciones, disfrútalas al máximo, te lo dice una racional.