Estamos a 14 de Julio. Me he hecho dos listas de cosas que tengo que hacer antes de irme de vacaciones para dejar todo atado y bien atado. La primera lista es “Cosas que tengo hacer en X” (sustitúyase X por el nombre de mi empresa) y es una lista inabarcable de tareas que tengo que dejar cerrada antes del 31 de Julio. Si lo lograse, no debería incorporarme al trabajo hasta el 30 de septiembre como poco, o deberían nombrarme “Trabajadora del mes” al estilo americano, o colgarme una medallita al mérito.
La otra lista es “Cosas que tengo que hacer fuera de X” (ya se ve cual es el eje sobre el que gira mi vida) e incluye puntos tan apasionantes como renovarme el DNI, comprarme unas lentillas, buscarme una nueva montura de gafas, cortarme el pelo, ir a ver a mi abuela o comprar una maleta nueva.
Debería hacerme una tercera lista de las “Cosas que realmente me apetezcan hacer”. Incluiría un único punto:
- NADA. Tirarme a la bartola, tirarme al sol y a la sombra, pelar la pava, monear, vaguear, retirarme, descansar. En resumen: NADA.
De verdad, qué sencillez, qué facilidad para resumir todo lo que quiero hacer.
1 comentario:
Eso!!! Yo quiero también nadear y es justo lo que haré la próxima semana. Me llena de emoción, no sabes!!!
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